Pensada para el running, aprovechada para el mundo de la moda, uno de los estandartes de Asics se mantiene imprescindible en el catálogo de la marca más de 35 años después.
La tecnología Gel ha sido (y es) una de las tecnologías más icónicas y disruptoras del mundo de las zapatillas. Sigue siendo una ayuda fiable para millones de corredores del todo el mundo y, traspasada la línea del rendimiento deportivo para introducirse en la moda urbana, aporta comodidad diaria para todos aquellos sneakerheads que no quieren renunciar a su espíritu deportivo. ¿Y no es el running una de las principales influencias en el universo sneaker?
Se trata de otra de las aportaciones del Instituto de Ciencia del Deporte de Asics, en Kobe, Japón. Y no es una aportación más. Surgida en 1986, la tecnología Gel se convirtió de manera instantánea en un estándar para corredores, especialmente amateurs, que necesitaban de una amortiguación generosa que los pusiera a salvo de lesiones.
Su aparición es incluso anterior a la llegada de un personaje fundamental para la marca nipona.
Porque si Asics es sinónimo de innovación, un nombre sobresale entre los demás: Toshikazu Kayano, todo un Sneaker Legend. El diseñador había engrosado las filas de Asics en 1987 para reforzar la apuesta de la marca por el baloncesto, y para ello se desplazó a Estados Unidos para estar más cerca de los profesionales y tomar nota de sus demandas. Sin embargo, su apellido quedó ligado para siempre en el deporte bandera de la enseña: el running.
Las primeras Kayano aparecieron en 1993. La siguiente edición tardó dos años en salir y, a partir de ahí, Asics y Kayano ofrecían cada año un modelo nuevo con un nuevo adelanto. La tecnología Gel, que ya estaba en circulación, se incorporó a la saga en aquella tercera entrega y desde entonces disparó su popularidad entre las zapatillas de running más avanzadas.
Con las placas Gel, los runners lograban disfrutar de mayor comodidad en largas distancias, encontraban más estabilidad y veían favorecido su estilo de carrera más natural. Todo a través de una silicona colocada estratégicamente en la mediasuela, tanto en la parte delantera como en el talón, que era capaz de multiplicar la amortiguación y la sujeción.
Sin duda, reducir los impactos, aumentar su absorción y multiplicar la comodidad no es algo que queramos exclusivamente para nuestros entrenamientos y carreras. Lo queremos siempre. Y así es como la innovación que surge orientada al rendimiento termina mejorando nuestro día a día.
Hoy no es difícil encontrar variaciones de las zapatillas más míticas de Asics reformuladas para acompañarte con un buen par de jeans en tus ocupaciones cotidianas. Más de tres décadas después, la tecnología Gel es capaz de salvar el día tanto de los corredores más perseverantes como de los sneakerheads más exigentes.