Esta es la historia de un movimiento cultural de los noventa, tan desaliñado como auténtico, que caminó sobre unas Converse.
Cuando lanzas tus primeras All Star en 1917 y conectan de manera tan inmediata con el público, hay muchas posibilidades de que te conviertas en parte de todo lo que ocurrirá después y formes parte de la historia. Así le ha ocurrido a Converse, testigo y parte esencial de la cultura popular del siglo XX, especialmente presente en los movimientos musicales de los 70 y, ya en los 90, elemento troncal del outfit del grunge.
¿Y qué es el grunge?
Si no perteneces a la Generación X, habrá que explicarte que se trata de una subcultura juvenil que apareció en Estados Unidos (más bien al noroeste) a partir de la escena musical de finales de los 80. Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains y otras míticas bandas lo convirtieron en un fenómeno global durante los 90. Desde Seattle al mundo.
¿Cómo identificar el grunge?
Seguro que los reconoces: aspecto descuidado, camisas escocesas, jeans... y unas flamantes Converse All Star. Las populares 'Chucks', tan cómodas y tan ponibles, eran el complemento perfecto para una generación llamada al desarraigo y cortejada por la contracultura.
Un poco de filosofía hippie contra el materialismo, algo de música rock, que no falte actitud punk, tan capaz de propagarse como el pop, y ya tenemos más que una tribu urbana, toda una cultura enraizada en una generación.
Y Nirvana...
Kurt Cobain y su banda actuaron como cabeza de cartel de todo un movimiento. Lo suyo fue un fogonazo –intenso, deslumbrante, efímero–, el que transcurrió desde su primer álbum, Bleach (1989), hasta la disolución de la banda con la muerte de su líder en 1994.
Por breve que fuera su trayectoria, Nirvana tuvo tiempo de contribuir decisivamente a establecer el canon de lo que sería el grunge como fenómeno mundial. En lo musical y en sus alrededores. Y ese outfit tan despreocupado como auténtico nos sigue atrapando.
En el propio MTV Unplugged, uno de los directos más celebrados, retrospectiva de un estado de gracia creativo permanente, Kurt Cobain aparece con unas Chucks de caña baja. ¡Y todos estamos deseando ponérnoslas también!
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