Hay que agudizar las vista para reconocer las Air Trainer II en la visión de Tim Burton sobre el antihéroe de DC Comics, pero sin duda le ayudaron a repartir mamporros.
Quizás te pasó desapercibido entre tanta oscuridad y atuendos extravagantes, pero había unas Nike en el Batman de Tim Burton (1989). Puede que no sea de las favoritas de los amantes de la franquicia, pero al filme hay que reconocerle que se apoyara en la sordidez original del cómic frente a la estética pop televisiva. Además de rescatar al superhéroe para la cultura de masas, por supuesto. Y también tiene un interesante cameo para los amantes de las zapatillas, así que adelante con ella.
Cuentan que cuando se estaba discutiendo sobre el bat-traje, el director era partidario de construir un disfraz completamente negro, sin licencias, sin concesiones, pero al productor Jon Peters se le ocurrió un interesante product placement para Nike. Esculpidas en latex y todo, hubo sitio para que unas Air Trainer II hicieran acto de presencia en el atuendo del murciélago. Eran negras, por supuesto.
El expresionismo de la cinta disimula la icónica figura de las Nike Air Trainer, una silueta lanzada por la firma del Swoosh en 1987 como zapatillas multi-deporte. Sí, haciendo honor a su nombre, eran unas zapas de entrenamiento, y eso servía para llevarlas en sesiones de ejercicio de baloncesto, tenis, fitness y hasta running no muy técnico. No eran unas zapas de alto rendimiento específico, pero eso no frenó al díscolo John McEnroe para que las llevara en sus partidos.
Como suele pasar en la industria sneakerhead, el salto a la moda casual estaba cantado.
Esta solución polivalente, una más del mítico Tinker Hatfield, no era precisamente el diseño más agraciado. Con personalidad, sí; útiles, en efecto; pero no las más bonitas que habían salido de la factoría Nike. Correa de sujeción en el empeine incluida.
Precisamente esta fealdad las emparentaba con el universo Batman. La conexión estaba hecha.
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