Conoce al autor de las Air Max 1 y otras Nike míticas con las que ha hecho historia en el mundo de las zapatillas deportivas.
Antes de convertirse en un diseñador de fama mundial, Tinker Hatfield (Hillsboro, Oregon, 1952) estuvo vinculado a Nike de una manera no convencional para su talento. Dicen que salvó a la marca de su peor momento y, desde luego, las siluetas más reconocibles del Swoosh llevan su firma. Su contribución no sólo a Nike, sino a todo el universo sneaker es impagable.
Resulta que Hatfield entró en contacto con Nike como atleta. En su juventud destacaba en el salto con pértiga y consiguió una beca deportiva para unirse al equipo de atletismo de la Universidad de Oregón. Allí se encontró con Bill Bowerman, cofundador de Nike. Como es sabido, Bowerman aprovechaba los entrenamientos con sus pupilos para experimentar con las zapatillas.
En 1981, con sus estudios de Arquitectura finalizados, Tinker se incorporó a Nike. Con esa formación, su trabajo se enfocaba a preparar las ferias y exhibiciones en las que participaba la marca. Su oportunidad de contribuir de una manera más determinante no llegó hasta 1985 a través de un concurso de ideas organizado de manera interna.
Por entonces Reebok había conseguido adelantarse a Nike en el emergente mundo del fitness y las ventas se resintieron, así que se decidieron a buscar talentos ocultos dentro de la compañía. Y menudo talento tenía Tinker Hatfield.
Las Air Max 1 son suyas. También las Air Max 90, las Huarache y las Air Jordan 3, con las que dicen que Nike convenció a la mayor estrella del baloncesto para que se quedara con ellos. La lista de siluetas míticas que salieron de su ingenio es larga, las que te pondrías sin dudarlo y las que sólo puedes soñar con llevarlas, como las Nike Air Mag de Regreso al Futuro II.
Con Hatfield en el área de diseño, la cámara Air quedó por fin a la vista y marcó un camino que perdura hasta hoy. Su influencia fue decisiva en Nike y puede decirse que cambió para siempre la historia de las sneakers.